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Universidad Estatal de California Long Beach, CSULB
Titulación: Ingeniería Civil

Mi nombre es Jacqueline Camacho y estoy en el último año de la Universidad Estatal de California, Long Beach anticipando mi graduación para el otoño de 2021 con una Licenciatura en Ciencias en Ingeniería Civil. Comencé como estudiante de un colegio comunitario antes de transferirme a CSULB, donde elegí mi carrera como ingeniera civil en 2016. En ese momento, el movimiento a favor de la tecnología limpia y sostenible se volvió irreversible tras la implementación del Plan de Energía Limpia. Después de conocer las acciones para combatir el cambio climático, como estudiante de ingeniería civil, sentí la responsabilidad de ayudar a proporcionar soluciones económicamente sanas, eficaces e innovadoras a los desafíos de la sostenibilidad. Mi deseo de combatir los retos del cambio climático se demuestra a través de mis funciones de liderazgo en la universidad. Me hicieron una oferta que acepté de todo corazón para convertirme en Co-Director de Proyecto de lo que se conoce como Timber-Design Build Project para la Conferencia anual del Suroeste del Pacífico. En este proyecto, nuestra misión es construir un edificio de madera que sea sostenible y estructuralmente duradero, con el objetivo final de reciclar y reutilizar la estructura después de la competición. La elección de la madera forma parte de nuestro diseño sostenible porque la madera es un material de construcción sostenible y su fabricación consume menos energía que la de otros materiales como el acero o el hormigón, lo que reduce las emisiones de gases de efecto invernadero. Aunque el cambio climático no se arregla con un solo proyecto, confío en que nuestros esfuerzos por producir con éxito una estructura eficaz y sostenible puedan inspirar a otras generaciones a dar lo mejor de sí mismas mediante esfuerzos continuos por producir estructuras sostenibles. A través de una educación adecuada financiada con ayuda financiera, puedo continuar mi educación y participación en la ingeniería civil y aprender sobre las muchas maneras en que puedo practicar la sostenibilidad en el campo y hacer una diferencia dentro de las comunidades.

Un futuro dominado por la tecnología limpia, la movilidad electrificada y las fuentes de energía renovables parece un mundo que avanza hacia un equilibrio global en la utilización de los recursos en apoyo de todos los derechos a la salud medioambiental, humana, ecológica y económica. A medida que aumenta la población humana, creamos un mundo más insostenible. Creamos una falta de abundancia en la que los recursos para satisfacer las necesidades básicas de la humanidad escasean creando un entorno inestable e inseguro que pone en peligro a muchas poblaciones. Transformar la sociedad y avanzar hacia un futuro sostenible significaría desglosar la sostenibilidad en diferentes sectores y abordar los diferentes retos que se plantean dentro de cada sector, además de aprender quién y qué está en desventaja frente a qué está en ventaja. Su análisis permitirá una transición gradual y eficaz hacia un mundo más sostenible que nos permita vivir en un entorno más sano.

Se puede avanzar en la electrificación iniciando el proceso con empresas privadas y trabajando en la distribución y los costes de los vehículos eléctricos. Actualmente, Tesla es el mayor fabricante de vehículos eléctricos, mientras que otros fabricantes de automóviles siguen produciendo vehículos con motor de combustión que son mucho más asequibles. Además, Tesla no tiene la capacidad de producción necesaria para que la oferta y la demanda se encuentren. Una solución puede ser reducir los costes de los vehículos eléctricos haciendo que más fabricantes de automóviles los produzcan para que el coste no suba debido a que la demanda supera a la oferta. Además, reducir el coste de las baterías puede ayudar a reducir el precio global de los vehículos. Además de reducir el coste de las propias baterías, la tecnología avanzada de baterías puede llevar al uso de menos baterías para que haya más espacio y vehículos más ligeros y, potencialmente, menos coste. Sin embargo, dado que la compra de un coche es un componente lúdico y emocional para el comprador, el coste no es siempre la barrera para adquirir un vehículo eléctrico, sino más bien las diferentes marcas de lujo y las declaraciones que influyen en los compradores. Si más fabricantes de coches, personas influyentes y responsables políticos se unen al movimiento hacia los vehículos eléctricos (como ya han hecho algunos), puede convertirse en una tendencia que las masas sigan y que reduzca el número de vehículos con motor de combustión en las carreteras. Se trata de un avance difícil porque es necesario que haya más producción de coches para reducir costes, pero si no hay compradores o los que hay son mínimos, no puede haber producción masiva. Sin embargo, hay que empezar por algún sitio, y creo que si podemos convencer a más responsables de la toma de decisiones sobre la transición de los vehículos con motor de combustión a los motores eléctricos y las baterías, promoviendo la igualdad de beneficios para todas las partes, se puede lograr un cambio efectivo y la batalla hacia la sostenibilidad y la tecnología limpia puede salir victoriosa.